Buenas prácticas
¿Les preocupa la calidad de las traducciones realizadas para su empresa?
Aporten su granito de arena siguiendo estos consejos que facilitarán nuestra relación:
Eviten los plazos cortos: cada proyecto requiere un plazo razonable que permita cumplir el proceso de traducción y así garantizar una producción de calidad.
Recurran a una persona ajena a su departamento para que revise el documento original y detecte y corrija posibles contrasentidos y ambigüedades.
Asegúrense de que los archivos de audio y vídeo transmitidos sean audibles y visibles.
Entreguen sus documentos originales en formato editable.
El formato PDF se utiliza para mostrar documentos en un formato electrónico independiente del programa en el que fueron generados. Por lo tanto, un archivo PDF no es un documento original, sino una versión no editable del mismo.
Para traducir un archivo PDF es necesario convertirlo a formato Word. Sin embargo, esta conversión puede alterar la maquetación o causar posibles pérdidas de datos. Además, algunos archivos PDF se generan a partir de documentos escaneados: entonces es necesario utilizar un programa de reconocimiento óptico de caracteres (OCR) para extraer el texto de las imágenes en formato Word, siempre que las imágenes sean de buena calidad.
Para evitar estos inconvenientes, es preferible que entreguen sus documentos originales en formato Word.
Descripción del proyecto, guía de estilo, terminología, documentos de referencia…
Los distintos elementos que puedan proporcionar facilitarán el proceso de traducción y garantizarán una calidad óptima:
Actividad y especialidad
Cada sector es diferente y requiere conocimientos específicos. Conocer su actividad y su especialidad me permitirá determinar mejor sus expectativas.
Tipo de documento a traducir
Indiquen el uso final del documento a traducir: contenido para distribución interna/externa, documentos de formación, información, comercialización, marketing, etc.
Si procede, precisen si deben traducirse los elementos no textuales (textos sobre imágenes, tablas, etc.) y si la traducción concierne a todo el documento o sólo a partes del mismo.
Número de palabras a traducir, lengua de origen y extracto del documento
Al comunicarme estos elementos, podré elaborar un presupuesto a su medida.
Destinatarios
Una traducción correcta ha de adaptarse al público al que va dirigida. Por eso es importante proporcionar todas las informaciones relevantes sobre el usuario final del documento a traducir, por ejemplo: intervalo de edad, sexo, función, ubicación geográfica, público B2B o B2C, etc.
Bases de datos terminológicos, memorias de traducción, guías de estilo, glosarios, documentos de referencia
Si ya ha recurrido a servicios de traducción, es muy probable que disponga, además de los documentos ya traducidos, de las correspondientes bases de datos terminológicos y memorias de traducción. Procure facilitármelas para que las traducciones realizadas sean coherentes con las anteriores.
Los glosarios y guías de estilo propios de su organización también resultarán de gran ayuda para que la traducción se ajuste a la cultura de su empresa.
Formato de archivo deseado
Específiquen el formato final del archivo por entregar: así podré asegurarme de que dispongo del programa informático necesario para generarlo.
Plazo
Indiquen la fecha de entrega deseada. Les proporcionaré una estimación gratuita del tiempo necesario para llevar a cabo el servicio.
Se advierte que, en caso de fuerza mayor o de situaciones imprevistas, dicho plazo podrá ser modificado.
Antes de que se empiece a traducir, es imprescindible intercambiar con el traductor para que pueda brindarles un resultado de calidad: por eso, procuren facilitarme los distintos elementos enumerados en el apartado 3.
También es importante tomarse el tiempo necesario para responder a las preguntas que pueda plantearles durante la fase de traducción: incluso las preguntas más banales pueden tener un impacto insospechado en el resultado final.
¡Cuánto más detalladas sean sus respuestas, mejor será la calidad de la traducción!
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